miércoles, 28 de diciembre de 2011

LUCCA. ITALIA

LUCCA (Toscana. Italia)
Piazza  del Mercato . Lucca (Italia)
Llegar a Lucca en tren es un viaje apasionante. Sales de la estación y accedes a un parque pequeñito que deja ver la impresionante muralla de la ciudad. La invitación a traspasarlas es evidente. Unos 5 km de muralla que separan el ayer y el hoy, la ciudad medieval y la ciudad moderna. La traspasas, por supuesto.

Y nada más cruzar ese muro te das cuenta que has entrado en un espacio distinto, casi secreto, que te hace revivir imágenes del medievo. Sus callejuelas te enamoran. Su ambiente te atrapa e hipnotiza. Y cuando llegas la Piazza del Mercato, te situas en el centro de ese anfiteatro y te sientes romano hasta la médula. Sencillamente, no quieres irte ¿porqué ibas a hacerlo?

Subes escalones y más escalones y te asomas a los tejados de Lucca. Observas su urbanismo, su trazado. Miras la campiña de la Toscana y las otras torres, la bruma y el sol, el resplandor de ese sol toscano en la hierba y sientes que te han enamorado. Te sientas y, sencillamente, contemplas lo que es un placer para la vista y para el alma.

Cuando desciendes esos escalones y te sumerges de nuevo en las calles de Lucca, sientes que ya no eres el mismo, que eres un poco luccano y quieres sentarte en sus cafés, con ese encanto especial que tiene la Toscana. Y te sientas, y conversas, y te quedas. Porque ya no quieres irte.

Perderse por Lucca es algo más que su plaza y su catedral, perderse por Lucca es beber de sus gentes, de sus costumbres, de su color y de su pasión.

Si te pierdes por Lucca corres el riesgo de no volver ... pero merece la pena


lunes, 26 de diciembre de 2011

CON EL CORAZÓN EN LA MANO

CON EL CORAZÓN EN LA MANO, de Chis Cleave

No es de extrañar que haya sido elegido Libro del Año. Escrito de manera maravillosa toca temas tan delicados como la inmigración, pero también el "ser interior" de cada persona. 


A través de personajes tan próximos como Andrew y Sarah y su pequeño superhéroe, Charlie, o Lawrence, y tan lejanos como Little Bee y su hermana, el autor nos introduce en unos mundos totalmente desconocidos para nosotros, haciéndonos ver el tema de la inmigración a través de cristales de diferentes colores.


Pero también nos miraremos a nosotros mismos y a los que nos rodean. Lo que pedimos al mundo y a los que nos acompañan por esta andadura y lo que deberíamos pedir.


Lo fácil que es blandir una bandera cuando nos encontramos lejos del problema y lo difícil que es mantenerla en alto cuando esa nimiedad nos toca directamente. 


El amor, o el desamor, de dos personas que se ven inmersas en unos hechos que sólo debían conocer desde muy lejos y cómo esos hechos serán los que den un curso distinto a sus vidas, alejándolas cada vez más.


Las guerras intestinas de los poderosos del petróleo se muestran de manera sutil en toda su intensidad reflejando un mundo donde las personas no son nada. La crueldad manifiesta y gratuita de los seres humanos reflejada en las aguas cristalinas y paradisíacas  de Nigeria. La selva africana y la selva occidental. Selvas, al fin y al cabo.


Dos mundos dispares y lejanos que se encuentran a través de sus personajes. Dos mujeres que luchan unidas por una amistad no buscada pero, aún así, requerida.


Y un final no esperado pero, para mi gusto, que no desmerece la novela.

lunes, 19 de diciembre de 2011

LA GOTA DE LECHE

 LA GOTA DE LECHE

Si pensábais en encontraros con una hermosa fotografía de ese líquido blanco que tomamos hasta el fin de nuestros días (salvedades hechas) ya veis que os equivocáis de medio a medio.

La "Gota de Leche", muy al ladito de la "Casa del Niño" son dos instituciones que se localizan en la ciudad de Gijón, en Asturias.

Todos los "niños de mi edad" que vivieron en Gijón, recordarán su paso por ambas, cuando nuestros padres nos llevaban allí para recibir la correspondiente dosis de vacunación que, previsiblemente, nos salvaría de desastrosas enfermedades.


La Gota de Leche es una institución en Gijón y uno de los recuerdos más nítidos de mi niñez. Por eso, no pude evitar hacer un recorrido con mis hijos por lo que un día fueron mis calles, mis lugares, mis sitios ...; esos que tantos y tantos recuerdos dejaron en mí y que marcan, de una u otra manera, nuestro presente, nuestro pasado y nuestro futuro.


FELIZ NAVIDAD 2011 y PROSPERO y VENTUROSO 2012

Y por fin ha llegado; repleta de ilusiones, de esperanzas, de amor, de alegria ... pero también, para otros, de tristeza, de dolor, de angustia y desesperanza.

Pese a todo, la Navidad tiene, siempre ha tenido, algo mágico y embriagador, que te hace sonreir aún cuando tus ojos estén inundados de lágrimas; que te hace llorar aún cuando estés riendo.

Por eso creo que la frase de Pharo define perfectamente esa contraposición de sensaciones que nos embargan en estas fechas. Porque los seres que hemos perdido, de alguna manera, ahora nos acompañan y porque en estas épocas, salvo en algunos casos totalmente insalvables, nuestro espíritu y nuestro corazón se convierte en una caja de sorpresas.

En estas fechas, más que nunca, siento cómo vivía mi padre la Navidad y lo que significaba para él poner el Belén, el Árbol ... con nosotras. No era tanto lo que se ponía como el cómo se ponía. La familia, los hijos, la felicidad en torno a una mesa o un árbol, ricos, riquísimos en esperanza aunque fueran materialmente pobres, era lo que hacía grande el momento. Esa enorme esperanza y felicidad es la que en el futuro, cuando nos hacemos mayores, queremos transmitir a nuestros hijos, lejos de la sociedad de consumo y cada vez más cerca del pequeño gesto.

Hoy, más que nunca, entiendo lo que para mi padre significaba la Navidad. Hoy, más que nunca, entiendo la Navidad.

Feliz Navidad.

martes, 13 de diciembre de 2011

ENVIDIA: ESA BESTIA FUNESTA

ENVIDIA: ESA BESTIA FUNESTA

Me pregunto si alguna vez habréis conocido a esa persona envidiosa que, tristemente para ella, envidia hasta tu enfermedad. Seguro que sí. Siempre hay alguien más o menos próximo que, gratuita y perversamente se alimenta del odio, del rencor que siembra ... y de la envidia que, evidentemente, no manifiesta tan expresamente.


Estas pobres personas andan por la vida alimentándose de aquello que roban a los demás: si eres alta, ellas piensan que resultas demasiado desgarbada y sin clase; si eres baja, su altura es la idónea, pero no la tuya. Si estás enfermo, seguro que tu enfermedad no es tan imporante como la suya. Si tienes alguien a tu lado que te ame, seguro que no te quiere tanto como la quieren a ella.

Por supuesto, si triunfas, es que eres un trepa y te aprovechas de los demás y, también por supuesto, ella se merece el triunfo mucho, muchísimo más que tú.

Si, por el contrario, tu triunfo se acaba, entonces será porque te lo mereces, por trepa y egoista; y además no nos olvidemos nunca de que tu triunfo caído ahora deberían ofrecérselo a ella. Porque nunca debieron dártelo. Le correspondía a ella. Así que, es de justicia ¿no?.

Desde luego, hemos de admitir que esas personas envidiosas, dado que nunca ven el auténtico reflejo en el espejo, suelen sentirse las mejores, las más perfectas, a las que todo el mundo admira, las que nunca se equivocan ... normal, sus errores siempre son atribuibles a otros que tienen, también, más o menos cerca.

El envidioso, salvador del mundo, de su mundo, de su egoismo, de su ceguera, no deja de ser un pobre inútil que sólo se siente válido cuando destruye aquello en lo que ni el mismo cree. El envidioso, de tanto envidiar, enferma. Y no precisamente de la enfermedad que envidia, porque es incapaz de imitar a aquellos a quienes envidia.

El envidioso, que tanto esfuerzo dedica a destruir a aquello/s que envidia, no invierte un ápice de su fuerza en modificar su conducta, en cambiar, en mejorar, en parecerse a lo que envidia. Lleva en la cara el verdor de su enfermedad, una culebra retorcida que lo aniquilará poco a poco, haciendo resurgir a los muertos que va dejando.

El envidioso, gracias a su enfermedad, hará de sus muertos mártires y él, que se siente mártir, será desterrado para siempre de las memorias individuales y colectivas porque no merece ser recordado.

Por ello, realmente, la envidia, el envidioso, no merece ni un ápice de nuestro tiempo y nuestros pensamientos, por eso, y porque estoy convencida de que también vosotros habéis tenido la desgracia de conocer a alguien así, quiero cerrar este blog de hoy con dos frases de dos personas muy dispares.

La primera, de mi abuela; ella, en su afán de hacer de nosotras personas responsables, siempre nos enseñó que la ignorancia es atrevida y, por tanto, aprendimos a ser pruedentes y a valorar en los demás lo que a nosotras nos faltaba.

La segunda, de Chumy Chúmez; porque él, en cierta ocasión dijo que "Si hubiera un solo hombre inmortal sería asesinado por los envidiosos".

Nada más ... y nada menos. ¡Ahí es nada!

jueves, 8 de diciembre de 2011

LEÓN (SPAIN)


LEÓN (Spain). Nevada

Esto, aunque no lo parezca, es un parque de León; y es que en esta ciudad, casi todos los años, disfrutamos de una -o varias- señora nevada.

El cielo se pone de un color gris plomizo y ves, allí a lo lejos, que barrunta nieve. Empieza a nevar y es un placer ver caer los copos tras la ventana, al calor del hogar, pero con la certeza de que al día siguiente costará llegar al trabajo.

Y al día siguiente te levantas, por lo menos, media hora antes. Tienes que quitar la nieve de la rampa y, aún así, no garantizas que puedas sacar el coche.

Lo más seguro, lo que ya llevo haciendo unos años es, en lugar de sacar el coche, saco las botas de montaña, me enfundo una buena bufanda, unos guantes, meto los zapatos de pitiminí en una bolsa, cojo el bolso y la bolsa y echo a andar camino de mi trabajo.

Unas dos horas, mínimo, me cuesta la aventura.

Y no penséis que es cosa fácil. Sube y baja cuestas; sortea aceras que no ves y pisa por donde antes otros hicieron camino, eso es lo más seguro para no caerse. Y todo esto caminando como si fueras un patito, subiendo y arrastrando los pies por una capa de nieve que te llega hasta media pierna. ¡No! ¡No exagero!. Aquí, en León, las nevadas son así y duran varios días.

El primer día la ciudad, el campo, todo ... está precioso. Con esa blancura azulada que da la nieve. El primer día también, pero ya avanzada la mañana, las zonas de paso empiezan a no estar tan bellas. Los coches lo manchan todo y la blanca nieve se convierte en negra masa que sorteas.

A partír de ahí, y con la primera helada nocturna, tras la que la nieve,  o la negra masa, ya se ha helado y es imposible caminar, empiezas a no ver ya la belleza sino la falta de previsión y organización administrativa para afrontar un hecho que no es casual, ni inusual ni aislado, pero que, pese a todo, no puede paliarse para facilitar la vida de los ciudadanos.

Pero, aún así, seguiremos diciendo que la nieve embellece nuestra ciudad durante una larga temporada, trae ilusión a niños y mayores y nos hace sentir que el espíritu de la Navidad se ha trasladado a vivir de manera permanente entre nosotros.

lunes, 5 de diciembre de 2011

EDUCANDO EN LA TOLERANCIA

EDUCANDO EN LA TOLERANCIA


Hoy, sin ir más lejos, estaba yo en una tienda esperando en la cola de la caja para abonar mi compra. En la caja, un hombre joven con una niña de unos 10-13 años en una silla de ruedas y con algún problema de psicomotricidad. Detrás de ellos, e inmediatamente delante de mí, había tres, jóvenes también, gitanillas; pero no tan jóvenes como para no saber qué se hacían, ya que la más joven no bajaba de los 13 y la mayor ya estaba, como dirían ellas, casadera.

El padre, si es que lo era, estaba a lo suyo y, muy digno, se ocupó de pagar y guardar su compra. Mientras tanto, una de las jóvenes que yo tenía delante, se dedicaba a inclinarse sobre la niña en silla de ruedas, mirarla y reírse. Las otras dos acompañantes, riéndose, le decían "niña, eso no se hace", pero ahí es todo.

La cara de póker y te rabia que debí poner, junto a la mirada de incomprensión -por la actitud del trío, evidentemente- de la cajera, fue significativa.

La falta de respeto que algunos colectivos muestran hacia aquellos que no son de su ¿raza? me parece pasmosa. A veces, ante actitudes como esta me pregunto ¿qué hemos hecho mal? ¿no hemos procurado educar en la tolerancia? ¿no hablamos de colectivos desfavorecidos que hay que mimar?

Quizás ahí está la cuestión, hemos mimado a colectivos desfavorecidos, les hemos regalado lo que a otros no les sobraba porque pensábamos que estábamos haciendo algo positivo. Papá estado les ha dado, no sé si lo que era suyo, pero sí lo que ha negado a otros. Y ellos han respondido con la gratitud del que nada le ha costado lo que ha recibido.

Quizás debíamos haber aplicado otra política bien distinta, basada en la independencia; quizás debíamos haber aplicado el proverbio chino "Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enseñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida". Quizás, sólo quizás, si no hubiéramos sido tan complacientes pero sí más didácticos y más exigentes, hoy yo no hubiera visto a una niña de 13 años reírse de otra niña de 13 años mucho, muchísimo más, desamparada que ella y, quizás también, las personas adultas que allí estábamos, hubiéramos tenido la valentía de decir algo que, así, por ser quienes eran, nos callamos.

"No se puede enseñar nada a un hombre; sólo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de si mismo."
Galileo Galilei

domingo, 4 de diciembre de 2011

BUDAPEST


BUDAPEST 2010

PISA

PISA

Esta ciudad nos trae a la mente su torre inclinada. Pero Pisa es mucho más. Son sus calles, sus mercados, sus riveras, sus gentes. Pasear por Pisa es envolverse, poco a poco, de la magia de la Toscana. Pasear por Pisa es mirar más allá de la torre para llegar a la torre.
Pisa es romántica. Pisa es amor.

FLORENCIA



Florencia, 2011. El campanile visto desde la catedral.

FLORENCIA



Florencia, 2011. El campanile visto desde la catedral.

LUXOR. TEMPLO



LUXOR. TEMPLO:
Pisar estas tierras, pasear por estos y otros templos supuso para mí una emoción dificil de explicar. Pasión por Egipto. Sin duda. Pero pisar ese suelo y tocar esas columnas, con la ardiente y suave brisa del Nilo acariciándote la piel, me hizo sentir el privilegio de pasar a ser un ínfimo grano en la arena de la historia.

LUXOR. CALLE TIPICA

LUXOR. EGIPTO. CALLE TÍPICA:
Viajar a Egipto es visitar templos, pirámides y esfinges. Pero viajar a Egipto es perderse por sus callejuelas estrechas y sin asfaltar, sus puestos al aire libre, su vida en la noche y su idiosincrasia.
Viajar a Egipto es conocer el pasado a través del presente. Ayer y hoy conectados en culturas diferentes.

PISA

PISA

Esta ciudad nos trae a la mente su torre inclinada. Pero Pisa es mucho más. Son sus calles, sus mercados, sus riveras, sus gentes. Pasear por Pisa es envolverse, poco a poco, de la magia de la Toscana. Pasear por Pisa es mirar más allá de la torre para llegar a la torre.
Pisa es romántica. Pisa es amor.

BASTION DE LOS PESCADORES. BUDAPEST



BASTION DE LOS PESCADORES

Para mí, lugar muy especial donde alguien me hizo sentir la melancolía a través de la música y una hermosa canción.

Además, lugar altamente recomendable para admirar el Parlamento, descansar tras el paseo y disfrutar de un ambiente inolvidable.

ALCALA DE HENARES

ALCALA DE HENARES

Aquí os dejo una bonita imagen de la Universidad de Alcalá de Henares. Tantas veces viajando a Madrid, muchas de ellas sin saber qué hacer para matar el tiempo y jamás se me ocurrió coger un cercanías y visitar estos alrededores. Visitar Alcalá, por ejemplo.

Fue necesario un viaje de trabajo para descubrir la belleza de esta ciudad.

Tiene encanto. Sus calles te envuelven y sus edificios rezuman historia. Y su tuna, of course.

Realmente merece la pena dejarse llevar por sus sones, perderse en los empedrados de  El tiempo entre costuras y saborear el auténtico aire de Madrid.

PEÑARANDA DE DUERO

 PEÑARANDA DE DUERO
Subir al castillo de Peñaranda para otear el horizonte es algo que realmente merece la pena. No importa el tiempo que haga, no importa si hay niebla o sol, el paisaje lo merece.

Pasear por sus almenas y disfrutar del viento y de ese horizonte inmenso merece la escalada. Y todo ello por no hablar de sus calles, de su plaza, del palacio ... Eso, os lo cuento otro día.

METAMORFOSIS EN EL CIELO

METAMORFOSIS EN EL CIELO
Mathias Malzieu nos sumerge en un mundo mágico y nos acerca a la muerte desde la magia de la imaginación, de la mente. Escrito como si fuera un poema en prosa nos hace olvidar el dolor de la enfermedad y nos traslada a la magia del deseo de la vida, del poder del amor y de la amistad.

Leer Metamorfosis en el cielo me ha hecho sentir niña y adulta, retrotrayéndome a los momentos de la lectura de los cuentos. 

Si quieres un libro distinto, este es tu libro.

Hermoso, sin duda.

PURGA


 


PURGA. De Sofi Oksanen

Es la primera novela que leo de Sofi Oksanen, pero tengo que decir que me ha impactado. Tema difícil el que trata por múltiples aspectos: porque es reciente, porque es cruel, porque está vivo, porque es tabú ... porque la mayoría preferimos ignorar a conocer.

Dos mujeres. Dos mundos. Tan distintos y tan próximos. Los lazos de sangre. El amor y el odio en igual medida. La brutalidad de los regimenes políticos donde el "todo vale" se convierte en moneda de cambio. La prostitución. Un amor imposible ...

La bestialidad de la raza humana. El amor. La deshumanización.

Y, al final, la purga. Oksanen nos muestra el pasado reciente de una Estonia que desconocemos y de una realidad que convive día a día con nosotros.

EL TIEMPO ENTRE COSTURAS




EL TIEMPO ENTRE COSTURAS. De María Dueñas
Aunque ya hace bastante tiempo que finalicé la lectura de este libro, me parece oportuno colocarlo aquí, junto a Purga y junto a la imagen de la Universidad de Alcalá de Henares, y es que ambos, con ópticas distintas, nos trasladan a un pasado tan cercano aunque se sienta lejano.

Y es que María Dueñas nos muestra el periodo previo a nuestra guerra civil a través de los ojos, de la vida, de una costurera, Sira, fruto del amor de su madre por el hijo de su señor.

Sira, que conocerá a su padre siendo ya adulta, se enamorara perdidamente de un hombre canalla que la arrastrará con él a destinos inciertos. Así, se va a Tanger en el mismo momento en el que estalla la guerra civil. En Tanger conocerá el desamor y el sufrimiento, pero también la solidaridad de los que nada tienen.

Con Sira, ayudada por Candelaria "la matutera", entraremos en un mundo de espías, de lujo, de pasiones, de obsesiones, de desconfianzas ... Viajaremos a Tánger, a Lisboa, al Madrid convulso. De modistilla inexperta a modista de lujo; de mujer normal a avispada espía. El taller de Sira, sus patrones, sus modelos, se convertirán en su garantía, en su moneda de cambio, en la posibilidad de hacer algo por cambiar un mundo de locos.

Sira nos hará recorrer los entresijos de la historia en unas páginas espléndidamente escritas y plenamente ajustadas a la realidad, y todo ello de la mano de unos personajes tan humanos que son perfectamente reconocibles.

AGUA PARA ELEFANTES



AGUA PARA ELEFANTES. De Sara Gruen

Otro libro que ya hace mucho que he leído. De hecho, me lo regaló mi hija la pasada Navidad 2010. Y tengo que decir que fue una magnífica lectura y, por tanto, un excelente acierto en su regalo.

Sara Gruen nos muestra el mundo del circo, con sus miserias y calamidades, con su magia y su brutalidad. A través de un joven personaje que, súbitamente y de manera brutal se ve obligado a cambiar de vida, entramos en un mundo tan mágico como desconocido. El amor y la brutalidad, el compañerismo, la envidia, la lucha por
sobrevivir nos llevarán a conocer la vida de unos personajes cuyo mundo se circunscribe a lo que existe bajo una carpa.


Mezclando presente y pasado, será el propio Jacob el que nos inicie en sus andaduras por el circo. Y, con Jacob, en la última etapa de su vida, iremos de la mano cuando decida dar otro cambio a su vida, en esta ocasión, por motivos bien distintos.


Tierna, dulce, serena y trepidante.

EL FACTOR SCARPETTA

EL FACTOR SCARPETTA de Patricia Cornwell
Es mi primera novela de Patricia Cornwell y, francamente, no me ha gustado. La he terminado, sí, pero porque nunca dejo un libro sin terminar. Su forma de escribir ni me ha llenado ni me ha enganchado. La trama, estando muy bien documentada, no me ha parecido nada excepcional, aunque le reconozco el mérito de que hasta el final no descubres al asesino. Demasiadas implicaciones personales y directas de los personajes con la trama que se gesta; demasiada carga de culpabilidad en los personajes, demasiada indecisión de los mismos.

Pensándolo friamente, te preguntas ¿en qué es brillante Scarpetta?.

De cualquier modo, y como en todo libro hay algo positivo, voy a citaros el último párrafo del libro:

"Los recuerdos son como lo que te encuentras en la cocina, dijo, todas esas menudencias que encontramos en cajones y en armarios oscuros, fragmentos y trocitos que parecen superfluos o incluso malos, pero que en realidad son capaces de mejorar lo que uno hace".

Y os lo dejo porque, ciertamente, son esas pequeñas cosas las que hacen que, en un determinado momento añaremos a quienes seguimos queriendo y como, en cierta ocasión, yo también utilicé el valor de esos pequeños recuerdos para hacer mi despedida, he querido compartirlo.

Pero de esos recuerdos ya hablaremos.


viernes, 2 de diciembre de 2011

EL CAMINO ... DE LA ESQUIZOFRENIA

EL CAMINO ... DE LA ESQUIZOFRENIA

Verde, porque es el color de la esperanza. Es el color que se merece lo que hoy comparto con vosotros.

Ayer, tuve el privilegio de ver una película en mi hospital, pero una película muy especial: en el reparto, psquiatras, terapeutas y pacientes de Santa Isabel. Detrás de la cámara desconozco quien estaba, pero seguro que era alguien "con corazón".

Para los que seguís este blog sin ser, vivir o conocer León, sólo deciros que Santa Isabel es el Hospital Psiquiátrico de nuestra ciudad y que pertenece al Complejo Hospitalario de León.

Bien, dicho esto, deciros que fue un privilegio porque la película fue, en sí misma, toda una lección de vida y de esperanza. Personas tan próximas muchas veces y tan desconocidas; enfermedad tan desconocida que ni la mencionamos.

Y es que los actores emprenden una marcha, en equipo, para hacer el Camino de Santiago. A lo largo del Camino se van desgranando otros caminos particulares, muy distintos, los caminos de la vida de cada uno de ellos, los caminos de la enfermedad, de su esquizofrenia, pero también los caminos en la vida de todos nosotros. Porque ellos, en una lección que deberíamos aprender, abren el libro de su vida para permitirnos leer en él y nos invitan a participar, a entender, a comprender, a acercarnos sin miedo a sus miedos y a su enfermedad. Todo un gesto de valentía que muchos de nosotros, por muchísimo menos, no estaríamos dispuestos a acometer.

Sorprende escucharlos. Sorprende su mundo, que no deja de ser el nuestro. Sorprende su crítica constructiva.

Impresionan algunos hechos, algunas lecturas. Desde luego, tocan el corazón.

Aplaudo el gesto de psiquiatras y terapeutas que han dado un paso de gigante en la relación, porque han sido capaces de colgar la bata y convivir con sus pacientes sin barreras, sin distancias, humanizando la relación profesional de una manera bien distinta de la habitual.

Hoy, que es el día mundial del SIDA, yo quiero dejar en mi blog esta pequeña referencia a esta tremenda enfermedad, porque estos pacientes también se merecen la desestigmatización por la sociedad.

lunes, 28 de noviembre de 2011

MI RAMO LEONÉS

MI RAMO LEONÉS

Os presento mi Árbol Leonés de Navidad. Hecho con mis propias manos, como debe ser.

Acudí a un taller de ramo leonés. Me lo pasé estupendamente y, además, aprendí a hacer algo que, año a año, miraba con cierta envidia en los escaparates.

La verdad es que disfruté de todo: de la historia del ramo, de la indecisión de qué colores, qué cintas, que adornos ... utilizar. La dificultad de elegir qué deseo colocar para el 2012. Y es que el ramo leonés, con sus cintas bordadas, sus roscas, sus castañas, sus colores y sus lazos tiene también algo que no se ve: recoge nuestros deseos.

Todo buen ramo que se precie ha de tener el rojo y el verde como colores dominantes; la naturaleza y los frutos de la vida en invierno. La tradición, de origen prerromano, señala que junto a estos frutos debemos colocar la cinta que acoge nuestros deseos: una por cada miembro de la familia. Como podéis ver, mi ramo aún carece de cintas, pero es que creo que esto de los deseos, por si acaso se cumplen, es una cuestión importante que merece cierta meditación. Ya sabéis el dicho: Ten cuidado con lo que pides, no sea que se te conceda. Así que, a pensar.

Bien, para los que seáis profanos en la materia, deciros que este ramo es típico de León y de otras provincias, llegando hasta Huelva. A mí me recuerda un poco a los deseos que quemamos en la hoguera de San Juan. Tradiciones milenarias que nos hacen volver a tiempos de meigas y cruceiros, donde los dioses son aquellos que generan vida en la naturaleza; nuestras propias vidas, sin ir más lejos.

El ramo se remata con 12 velas, una por cada mes del nuevo año. Las velas deben ser encendidas todos los días a partir del día de Nochebuena; de esta manera, dotamos de luz viva a un elemento muerto de la naturaleza y hacemos posible que nuestros deseos se cumplan.

No se vosotros, pero yo soy una apasionada de poner velas en casa. Mejor no os cuento la cantidad de portavelas que tengo. Me encanta sentarme con un café, un libro y una velita encendida. Si, además, añades un poco de aceite relajante en el calientavelas, para mí ya es el súmmum. Hay más cosas, por supuesto, pero esta es una de mis acciones favoritas para relajarme.

Bueno, que desvarío un poco. A lo que íbamos. Que el Ramo Leonés es un elemento mágico para pedir deseos posibles e imposibles, rodearnos de energía positiva, hacer que todos y cada uno de los miembros de nuestra familia participen de su decoración y generar la ilusión de que algunas cosas se cumplan gracias a ese efecto rebote que, según los entendidos, se produce en las fuerzas vivas de la naturaleza.

¿Porqué no intentarlo si, además, queda precioso?

Cuando tenga mi cinta y haya colocado mis velas, compartiré con vosotros ... la cinta, porque los deseos, sintiéndo mucho no satisfacer vuestra curiosidad, seguirán siendo sólo y exclusivamente míos.

jueves, 24 de noviembre de 2011

LUXOR - EGIPTO: CONTINUA LA PASIÓN

LUXOR - EGIPTO: CONTINUA LA PASIÓN

26-06-2007: Luxor - Esna

Nos levantamos pronto, a las 4:30. Desayunamos y salimos hacia Karnak para visitar el templo de Amon Ra.
A la llegada al templo la visión, de un lado, del conjunto de Karnak y del otro, una docena de globos suspendidos en el aire. Que envidia sentí de las personas que estaban viendo Tebas y el Nilo desde esa perspectiva.

El templo, el complejo templario de Karnak, es tan impresionante como el de Luxor. No sabría decir cuál es más bello. Se conservan tan maravillosamente bien que es difícil no imaginarlos en todo su esplendor.

Esas columnas grandes, enormes, magníficas, dejan constancia de la civilización que las construyó.

Todas escritas, todas un libro que nos habla del pasado. De un pasado que es historia presente porque somos una parte de esas civilizaciones que nos precedieron.

Si ayer nos recibía la avenida de las esfinges, hoy es la de los carneros la que da acceso al templo. De nuevo Horemheb deja constancia de su paso por el mundo en el segundo pilono que da acceso al templo. Qué magnífica tuvo que ser la infraestructura de los dos templos, Luxor y Karnak, unidos por estas avenidas, hoy desaparecidas en su mayor parte o bajo los cimientos de las casas que se ubican en el espacio que une los dos emplazamientos. Es por eso que de la antigua Tebas, la ciudad de las cien puertas, nos es desconocido su urbanismo. Sólo cabe imaginársela en toda su grandeza y esplendor a través de las representaciones, riquísimas y concretas, que vemos en sus templos y tumbas. Por eso, precisamente, la clépsidra cae demasiado rápida al pasear entre su historia. Nos falta tiempo, nos falta tiempo ... es mucho lo que hay que ver.

Ramsés II y su esposa Nefertari se nos muestran enormes.

La majestuosidad de la sala hipóstila, con sus 122 columnas, es impresionante. Cualquier intento de describirla por mi parte la ensombrecería. Hay que verla. Nada más. Y pasear la mirada por la belleza del relieve y las inscripciones de sus jeroglíficos, en los que tantas historias y tanta historia se contiene.

Los obeliscos de Hatshepsut, la “primera feminista de Egipto” como dice nuestro guía, Hesahm, aunque fuera una gran usurpadora y su hijastro se encargara de ocultar su obra y su recuerdo, son soberbios.

Por supuesto, una vuelta alrededor del escarabajo sagrado. Si los antiguos egipcios creían que les traería suerte ¿porqué no probar nosotros?. La vida es un círculo y no sabemos de la importancia de cada pequeño punto en ese círculo. Eso sí, una vuelta, no 7, que el calor era apremiante y el escarabajo sagrado lo mismo atenderá nuestra petición con 1 que con 7.
El lago sagrado, ese de aguas cristalinas y puras en el que el dios y los mismos faraones y sacerdotes se sumergían para la purificación, ha sido una gran decepción. Seguramente era hermoso en la época faraónica pero hoy carece de belleza propia y externa. Es mucho lo que aún queda por rehabilitar y mucho lo que hay que invertir en este país para conservar las maravillas de las que es poseedor.

Aquí, en este emplazamiento sagrado, gran capital del Egipto faraónico y lugar de origen del dios Amón, me hice la foto de la web, porque consideré que cualquier lugar de Egipto es propicio para ese fin. Pero Karnak tiene algo mágico y, de alguna manera, llevaríamos la magia de y a todos los amantes de Egipto.
Después de Karnak pensábamos ir al Valle de los Reyes en taxi, pero nos informaron en el bus que el barco cambiaba de lugar de amarre y optamos por ir con la excursión organizada. No es que fuera una barbaridad el precio, por supuesto, pero hubiéramos preferido hacerla por nuestra cuenta, sobre todo porque llevaba las indicaciones de RamsésMurcia y pensaba utilizarlas.

Antonio, cristiano, habrá estado al acecho de que apareciéramos, pero no ha podido ser. Menos mal que no habíamos concretado ni hora ni precio, ni nada y simplemente quedamos en buscarlo cuando decidiéramos ir al Valle de los Reyes.

Esto significaba que abandonábamos Tebas, la ciudad sagrada, la cuna de Amón, sin mayor despedida que la vista desde el autocar. Con la despedida, la certeza de que el tiempo en Tebas fue escaso y se hará necesario volver.

Los Colosos de Memnon, únicos restos de la entrada al templo de Amenofis III, me han sorprendido, ya que esperaba verlos más destruidos de lo que están y me ha alegrado gratamente ver que aún conservan restos de escritura en sus laterales.

Desierto, sol y calor hacia el Valle de los Reyes, en Deir el-Bahari, ¿cómo se les ocurriría venir a este lugar tan lejano e inhóspito a enterrarse?. Bueno, el porqué parece que fue claro y que funcionó: evitar el saqueo sistemático de las tumbas. Pero solo de pensar en los trabajadores de las tumbas da escalofríos.

Se agradece viajar en autocar con aire acondicionado. De haber cogido un taxi sin aire acondicionado, no sé si habríamos llegado. Más de 50º tienen la culpa.

En el camino hacia el Valle de los Reyes, toda la carretera se encuentra surcada de pueblecitos con tiendas de fachada vistosa, toda coloreada y dibujada, en la que se ofrecen a la venta productos “típicos”: papiros, alabastro ... y, por supuesto, la vista de la casa de Howard Carter, artífice de que el mundo conozca a Tut-anj-Amón (Tutankhamon), ex - habitante de la tumba nº 62.

En el Valle de los Reyes tienen unos “trenecitos” que te llevan desde la entrada hasta el punto en el que se inician las tumbas. Aquí, a la sombra, y con un calor de mil demonios, Hesahm nos explicó el lugar que visitábamos y nos aconsejó sobre qué tumbas ver, ya que con la entrada normal sólo es posible visitar 3 de las 62 tumbas que existen y de las 34 visitables. Aunque todos íbamos pensando en ver la tumba de Tut él nos dijo que no merecía la pena, ya que estaba totalmente vacía y que era mejor ver una tumba terminada, una abandonada, sin terminar, y otra tumba sin restaurar.

Así lo hicimos. Vimos la tumba de Ramsés IV, la de Ramsés III y la de Meneptah El interior de las tumbas es francamente maravilloso. El aire es denso y el calor del exterior no se ve reducido por el hecho de estar excavadas en la roca. Entras en la tumba y empiezas a sudar pero ya no ves más que las maravillosas pinturas que decoran sus pasillos con escenas del Libro del Amduat, una guía para el viaje al Más Allá. Entonces sólo quieres absorber esas imágenes, guardarlas para siempre en tu cerebro y no te cansas de embeberte de ellas. La visita se hace corta, extremadamente corta. Y el número de tumbas extremadamente escaso. Hay que verlas todas, sin excepción. La verdad es que las agencias ajustan el tiempo que te dan para que veas esas tres tumbas y poco más.

En la tumba de Seti I hay una sala inacabada con esbozos de pinturas, es muy ilustrativo para saber cómo se preparaban las paredes para las pinturas.

Todas las tumbas son de una gran belleza, aunque el ambiente interior es irrespirable: una atmósfera densa, húmeda, de un calor asfixiante. No es extraño que hayan cubierto la mayor parte de las paredes con cristales que las protegen, principalmente, de los “tocamientos” de los turistas.

No permiten hacer fotos en el interior de las tumbas salvo con permiso especial y sin flash, pero los vigilantes, por unas pocas libras egipcias te permiten sacar las fotos que quieras. Evidentemente, y para ser coherentes con nuestros principios, no hicimos ni una sola fotografía, ni siquiera sin flash.

Me encantó el Valle, pero creo que aquí el sol empezó a hacer mella en mi cabecita.

Después del Valle de los Reyes, fuimos al Templo de Hatshepsut en bus, muy cerquita, también en Deir el-Bahari. Al llegar allí las explicaciones dentro del bus para que no nos derritiéramos.

Hatshepsut, la primera “feminista” egipcia, se mandó construir un magnífico templo con terrazas en una simbiosis perfecta con el medio en el que se encuentra; excavado en parte en la roca impresionan las dimensiones y la linealidad de sus formas. Las rampas de acceso, sobre todo la primera, cuando ves por primera vez el templo, te hacen sentir que realmente es una escalada hacia el cielo.

También aquí te llevan desde el acceso al Templo en el famoso trenecito ¡Qué fortuna, por Dios! Porque si hubiéramos tenido que hacerlo andando yo no sé si habría llegado.

Estábamos a más 50º y sólo de ver las escaleras de acceso a los distintos niveles del templo piensas: ahí no llego.

Pues llegamos sólo hasta el primer nivel, no más. Y ya fue bastante.

Calor, agua, unas cuántas fotografías y de vuelta al autocar.

No nos detuvimos en el mercadillo que había frente a la parada de los autocares, aunque allí todo el mundo te abordaba para que le compraras algo. Los guías nos advirtieron de varios timos, uno de ellos el cambio de monedas de euro por billetes de 10 euros. Te cuentan los 10 euros en la mano pero, sin saber como lo hacen, cuando desaparecen con el billete de 10 euros y vuelves a contar las monedas, sólo tienes 7.

De todas maneras, no es de extrañar tanta picaresca cuando nosotros mismos lo potenciamos.

A mitad de trayecto de regreso al barco empecé a sentirme mal. El aire acondicionado se me hacía caliente y por más que me abanicaba seguía encontrándome mal y tenía un calor de mil demonios. Empecé a sudar y el estómago se me revolvió. Al fin, vomité todo el agua que había bebido. Cuando llegamos al barco enseguida el guía nos dio un paraguas para cubrirme del sol y una compañera de viaje me acompañó a los aseos del barco, donde me metió la cabeza debajo del grifo. En fin, que dije que me encontraba mejor subí al camarote y pusimos el aire acondicionado a tope. Sinceramente, seguía encontrándome fatal. Tenía calor y frío. Volví a vomitar y no pude bajar a comer. Me metí en la cama, con las cortinas abiertas (porque no era plan de navegar por el Nilo sin enterarme de lo que pasaba) y de vez en cuando abría el ojo y miraba ese espectáculo alucinante que se abría ante mí. Y sólo pensaba: no puede ser ...  navegando por el Nilo y yo sin poder moverme.

En fin, que fue un golpe de calor. De eso me di cuenta, y me dijeron, más tarde, porque en esos momentos no estaba yo para pensar en nada.

Cuando por fin consideré que me encontraba mejor y ya no vomitaba, pues ... me levanté, abrí el grifo y esperé a que el agua saliera fría. Bueno, la verdad es que comprobé que no me había equivocado con la posición del grifo, porque el agua salía caliente, así que me mojé de nuevo la cabeza, me puse el bañador y fui directa a la piscina. Fue entrar y salir, pero el agua estaba más fresca que la del grifo, así que me sumergí entera, cabeza incluida. Después del refrescón en el agua bajé, bien mojadita, al bar del Kon-Tiki, donde ofrecían un té y unas pastas. Tomé el té a sorbitos y dos pastas muy despacito, muy despacito, porque aún rondaban las náuseas y no había apetito. Era cuestión de cuidarse para continuar no de volver a enfermar, porque no va una a Egipto para meterse en la cama, evidentemente.

Me senté a la mesa de otras personas del grupo a las que casi no conocía, pero que se convirtieron en las compañeras ideales de viaje y me uní a su conversación. Así conocí a Carmen, Pilar y Mireia. Las primeras viajaban con sus hijos, con los que rápidamente Raquel había trabado amistad, y la última viajaba sola por Egipto en un tour más amplio que el nuestro y totalmente apasionante.


Realmente es todo un negocio y un arte el de la venta en el Nilo. Las motonaves están paradas y ellos, mientras tanto, se acercan con sus pequeñas bascas cargadas de mercancía. Te llaman desde la barca: “María”, “Carmen” .... lo que mejor convenga en cada ocasión, y te tiran las chilabas dentro de bolsas de plástico.
A partir de ahí, comienza el regateo. Tu pides otro modelo, otro color, otro precio. Ellos te tiran otro modelo, otro color y el mismo precio. Subes la oferta y bajan el precio y así hasta que, al final, se llega al acuerdo.

Tu devuelves lo que no quieres y los euros en una bolsa.

Ellos te llaman “amiga” y continúan con el siguiente cliente o con el mismo, que da igual.
Me impresionó su capacidad de venta, su psicología y lo bien que nos “calaban” en cuanto abríamos la boca. Pero hubo más cosas que llamaron mi atención, de ellos y de nosotros. Me explico: Yo, como buena castellana que soy, pues ni idea de regateo, simplemente valoro si es justo el precio y directamente ofrezco lo que creo justo. De nada me sirvieron los consejos de viajaraegipto, pues siempre caía en el mismo error.

Pues bien, ellos vieron esto inmediatamente con la alfombra, porque las chilabas las negoció Carmen. Pero las alfombras, que queríamos una cada una, enseguida dijo el chico: No, tu no ... ella. Bueno, pues al final subí un poco el precio pero en el rifi-rafe del regateo, mi compañera de viaje le ofreció un precio que hasta a mí me pareció insultante, porque además se lo bajó.

Cuando el muchacho lo oyó, la cara le cambió totalmente de expresión. Fue una mirada de un segundo, pero observé desprecio absoluto, y no lo culpo. Entonces hizo una especie de corte de mangas y le dijo: “Si ... y 6 camelllos”.


Hago este comentario porque, en ese preciso momento, creí percibir que el tema de los camellos, tan manido entre el turista que va a Egipto, no deja de ser un tópico que conocen muy bien y que, por lo tanto, utilizan hábilmente. Quizás me equivoque, pero ellos cambian por camellos como nosotros, los españoles, somos todos toreros para el resto de Europa y América.

Bueno, pues en este punto había que distendir la tensión porque estaba realmente ofendido, así que le miré a esos ojos maravillosos que tenía, reí y le subí un poco la oferta. Una maravillosa sonrisa y 2 alfombras de lana de camello, preciosas, ¿anilizaron? a nuestros pies.

Por cierto, cuando les decía que era de León, ellos siempre pensaban en Lyon y, claro ¿qué hacía yo, de Lyon, hablando este español y entre españoles?. Invariablemente siempre tuve que explicar que era de León, de España, no de Lyon de Francia.

La cena, por lo que vi, que no probé, estupenda, dado que casi no pude cenar porque las náuseas seguían conmigo, pero bendita Coca-Cola que empezó a ser habitual en mis comidas y descansos “excusioniles”. Sin embargo, soy feliz y las molestias quedan totalmente compensadas con lo que Egipto me ofrece. Hablo de mí pero, realmente, somos felices todos. A ninguno se nos ha pasado por la cabeza que para qué hemos venido o que nos hemos equivocado. 
De las riberas del Nilo hablaré mañana, porque merecen tanto comentario como cualquier otro lugar de Egipto. Sólo señalar que el viaje en este crucero es de una calma y una tranquilidad absolutamente embriagadoras. Si quieres juerga la tienes. Si quieres calma la tienes. Si quieres simplemente mirar y meditar: o dejas vagar tu vista por el ventanal de tu camarote o subes a la cubierta y te sumerges en el aire de la noche, de Egipto y del Nilo. Todo lo demás, lo pones tú.