sábado, 16 de agosto de 2014

TAN VELOZ COMO EL DESEO

Mi primer libro de Laura Esquivel fue "Como Agua para Chocolate". Lo leí de un tirón en un viaje desde Galicia a Madrid. El viaje se me hizo corto, igual que el libro. Me encantó. Así que decidí probar de nuevo con esta obra de Esquivel: Tan veloz como el deseo.

Es un relato corto, no penséis en una novela de 400 páginas. Está ambientado en el México de principios del siglo XX. El protagonista, Júbilo, se nos presenta a través de su hija Lluvia ya en su nacimiento y lo acompañamos durante de una infancia marcada por dos mujeres, su abuela y su madre. Tan distintas, tan irreconciliables, y con tanta influencia en Júbilo. Ellas, con sus desavenencias, serán las causantes de que Júbilo tome conciencia del "don" del entendimiento, de la escucha de los sentimientos, de las sensaciones, de las intenciones... Toma conciencia de cómo puede cambiar las relaciones a través de la interpretación de esos sentimientos.

Más adelante, plenamente consciente de su capacidad para transformar las relaciones, es una historia que le cuenta su padre la causante de que sepa de manera fehaciente qué profesión quiere desempeñar: telegrafista.

Este hermoso relato no está exento del amor. De un amor puro y sincero, hermoso e imperecedero. Y es que Júbilo y Lucha son una pareja perfecta, llena de amor y alegría. Sin embargo, su amor se verá teñido también por el dolor, la culpa, el perdón...

Vemos nacer a un Júbilo alegre y optimista, y lo acompañamos hasta el mismo lecho de su muerte, donde conoce que el amor, igual que las palabras del telégrafo, viajará siempre a la velocidad del deseo.