BAJO TECHO

Hoy he escuchado la noticia del documento de buenas prácticas que ha elaborado el gobierno con intención, se supone, de romper con la dinámica de los bancos de apropiarse de la vivienda de aquellos que no pueden pagar su hipoteca.

Causa pavor sólo pensar en la cantidad de familias que invirtieron sus ahorros, y una parte considerable de su sueldo, en adquirir una vivienda que ahora no pueden pagar. Y no seamos tan hipocritas de pensar eso de "que no se hubieran metido si no podían", porque, poder, podemos todos en determinadas circunstancias y "no poder" tampoco podemos todos en otras circunstancias.

Hipócritas son quienes les concedieron esos créditos desmedidos sin tener en cuenta la posibilidad de pago de los mismos. Hipócritas quienes animaban a los compradores a solicitar créditos por encima del valor de la vivienda. Hipócritas y ladrones quienes, después de todo eso, hoy se apropian de la vivienda que sus "clientes" no pueden seguir pagando.

El otro día, dos días no más, me comentaba mi hijo respecto a un amigo: "se ha quedado sin trabajo, lleva más de seis meses en el paro, tiene una niña de 9 meses y su mujer, que sigue trabajando, lleva sin cobrar desde noviembre. Habían comprado un piso y ahora no saben qué hacer. La familia tampoco puede ayudarlos. Está desesperado. Piensa hasta en el robo".

Lo dicho: PAVOR. Me pongo en su situación y pienso qué haría yo si, de la noche a la mañana, alguien que considera que no recibe las suficientes ganancias - no que pierda- cerrara la puerta de mi casa y me viera obligada a buscar un sitio para dormir a la intemperie. Desde luego, poco más tendría que perder.

Al hilo de la noticia, comentar otra no tan difundida "Islandia perdona la deuda hipotecaria de un cuarto de la población". http://www.linkinho.com/c08Y 

Ante esto, yo me pregunto ¿acaso es mejor dar ayudas (dinero) a los bancos que buscar soluciones para estas deudas?, porque, todo ese dinero que los bancos reciben del estado, de nosotros, seamos claros, no revierte en que las familias no pierdan su techo.

Esperemos que esta primera acción del gobierno impulse a los bancos a buscar una solución que, sin duda, no privará a muchas familias de disponer de uno de los derechos básicos de nuestra constitución: disponer de un hogar donde vivir.

Mientras tanto, perdonarán, condonarán, eximirán ... a tantos y tantos urdangarines que, sin ninguna necesidad de robar para mantener sus altos techos, han robado a manos llenas para seguir subiendo el techo de su nivel de vida. Claro, por sus hijos. Ni que los que compramos una humilde vivienda de 50 metros cuadrados la compremos para otra cosa que no sea dar techo a nuestros hijos y a nosotros mismos. Encima, para que nos la quiten mientras se reparten tantos "perdones" y "dispensas".