Naantali es una pequeña y maravillosa localidad de Finlandia, muy próxima a Turku y, aunque para nosotros resulte totalmente desconocida, tiene el honor de ser la "Ciudad de los Mummis", por lo que a ella se desplazan niños y mayores finlandeses para pasar el día entre sus personajes favoritos.
El acceso a la ciudad de los Mummis se realiza a través de un puente que une la isla de Naantali con otra más pequeña y paraíso de los Mummis, Väski.
Indicadores de dirección en Naantali |
Cementerio en el Convento de Santa Brígida (al fondo) |
Así que, decididas a visitar Naantali, nos levantamos más pronto que tarde y nos subimos a un autobús que nos llevaba directamente a dicha localidad. En mitad de su plaza "mayor" desembarcamos para recorrer unas calles de ensueño y ver un mar y cielo de un azul infinito.
Pasear por Naantali es como volver al pasado. Escuchas el silencio, un silencio que sólo se ve alterado por el trinar de los pájaros. Ni siquiera el mar, ya en el puerto, se atreve a contaminar con su ruido la paz del lugar.
Atalaya-Mirador |
Casa de madera en la Calle Mannerheiminkatu, calle principal de Naantali |
Un día luminoso, con sol, que nos permitió recorrer las calles empedradas, con sus casas de madera en las que se ubican encantadoras tiendecitas de productos artesanales; el muelle, disfrutando de las gaviotas, la paz y la compañía de los que, estando contigo, permitían que te sintieras solo en un mundo tranquilo; la iglesia del convento de Santa Brigida, dominando el puerto, con su cementerio adyacente ...
Pasear por Naantali es un placer para el cuerpo y para el alma.
El archipiélago desde el muelle de Naantali |
Pozo protegido en calle de Naantali |
Detenerse a comer, tranquila y plácidamente, en uno de los múltiples restaurantes que se ubican a orillas del mar, casi sintiendo el agua bajo tus pies, es otro placer que no puede dejar de saborearse en esta ciudad finlandesa.
Casita frente al muelle |
Y, al final, para rematar un maravilloso día de paz y tranquilidad, decidimos sentarnos en el muelle a esperar hasta escuchar el silbato del vapor Ukkopekka. Un barquito que te lleva, a través de un archipiélago maravilloso, sembrado de islas grandes, medianas y pequeñas, hasta la vecina Turku, ciudad de la que habíamos partido y de la que, en otro momento, hablaremos.
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