La Barcelona de los años 40 y 50. La crueldad de la guerra. La herencia de la guerra.
A través de una estupenda trama de intriga y misterio volveremos de nuevo al Cementerio de los Libros Olvidados. La libreria de Sempere e Hijo, con Fermín y Daniel como protagonistas y actores principales, nos va a mostrar imágenes de una época ya olvidada.
El valor de la amistad, que se muestra en toda su magnitud, y el del amor. El amor por los amigos, por la familia, por los hijos. El amor que te lleva a darlo todo y a perderlo todo.
La amistad, que no te deja juzgar lo que no debe ser juzgado.
La memoria, que a veces se vuelve selectiva y sólo te deja recordar lo que no debe ser recordado o, en palabras de Fermín "...sólo recordamos lo que nunca sucedió".
El miedo, que nos paraliza. El terror, que nos hace sucumbir. Imágenes de unas vidas que nuestra generación sólo ha vislumbrado de lejos.
Momentos de unos años que muestran la crueldad de esta especie que ha dado en llamarse a sí misma "civilizada". De nuevo Fermín, que siempre tiene razón, se pregunta "¿Sabe, Daniel? A veces pienso que Darwin se equivocó y que en realidad el hombre desciende del cerdo, porque en ocho de cada diez homínidos hay un chorizo esperando a ser descubierto". Frase que, hoy, en este momento, no podría ser más cierta y de amplia aplicación a un gran número de "civilizados".
Sin embargo, también en palabras de Fermín de Torres, cuidado, porque "en esta vida se perdona todo, menos decir la verdad". Unas de las frases lapidarias que podrás encontrar en El Prisionero del cielo.
Dos días, como mucho, es el tiempo que tardarás en leer esta nueva novela de Zafón que no podrás cerrar hasta haber leído su última pagina.
Soledad, sin previa invitación, he estado " curioseando" por tu blog, y ha sido estupendo saber y conocer más a su autora, haber viajado y leído contigo.
ResponderEliminarY aún mas comprobar como hemos coincidido " andando por el mundo", en lecturas y en otros temas...
El libro que comentas, lo tengo pendiente para leer y aunque me confieso "zafonista", aún no lo había empezado, pero ... me " has puesto los dientes largos " y lo empezaré cuanto antes.
Un abrazo enorme
Bienvenida al blog. Estás en tu casa. Y aunque no puedo invitarte a un café mientras disfrutas, espero, de su lectura, sí confio en que lo saborees con el mismo placer con el que lo escribo.
EliminarUn abrazo para tí también.