jueves, 1 de mayo de 2014

CINCO DIAS DE OCTUBRE. JORDI SIERRA i FABRA

Empecé este libro sin saber que se trataba de una serie y que precisamente empezaba por el final. Da igual.

Lo elegí porque Sierra y Fabra era su autor.

Que sea el primero o el último no desmerece para nada el contenido de la novela ni influye en su comprensión.

Esta novela, como todas las que componen la serie (Cuatro días de enero, Siete días de julio, Dos días de mayo, Seis días de diciembre) se sitúa en torno a nuestra postguerra, concretamente en la Barcelona de 1948.

El personaje principal, el ex inspector Miquel Mascarell, un superviviente de la Guerra Civil que ha pasado por los trabajos forzados del Valle de los Caídos, ha logrado la tranquilidad junto a Patro, otra superviviente de la guerra a la que el inspector ha salvado la vida varias veces.

Patro, con su juventud, va a hacer que el inspector Mascarell, conozca unos placeres que consideraba vetados para un hombre de su edad.

Sin embargo, los fantasmas de la guerra no van a dejarlos vivir tranquilos  y el miedo volverá a atenazarlos cuando en su piso se presenta el hombre que, en repetidas ocasiones, ha sido la causa de sus desgracias. Un hombre con un poder que Mascarell no puede obviar y del que, aún deseando enviarlo "a paseo", se ve obligado a aceptar el extraño encargo que le hace: buscar la tumba en la que enterraron a su sobrino y único heredero durante la guerra civil,  el 18 de julio del 36, doce años después y sin que exista ningún testigo vivo de la ejecución.

Este encargo renueva los miedos de Patro y del propio Miquel, que se verá obligado a enfrentarse con sus fantasmas, y ambos saben que no puede rechazarlo porque se trata de una cuestión de supervivencia.

A partir de aquí, Sierra i Fabra sabe entretejer el misterio en una novela negra que se lee con sumo placer. Sin circunloquios pero magníficamente escrita, nos muestra la realidad de una España que lucha por olvidar los estragos de la guerra y que vive inmersa en el miedo y la opresión.